sábado, 30 de abril de 2011

Bizcocho de manzana sin gluten

Desde que no tomo nada con gluten estoy descubriendo nuevos sabores.  Esta receta es una adaptación del bizcocho "Un, dos,tres" de toda la vida, pero cambiando la harina de trigo por harina de maíz integral. La harina de maíz integral tiene un color distinto que aporta al bizcocho un color  amarillo huevo muy apetecible y una textura mas gruesa que a mí me encanta.
Vamos a ello...  Para empezar necesitaremos un vaso de yogurt natural  -el desnatado cremoso de Vitalinea está de muerte. Ya sabéis que este vaso se usará para el resto de las medidas-, tres huevos, dos vasos de azúcar. En este punto ya comenzamos a mezclar todo con la batidora. Después añadimos un vaso de aceite de girasol. Con aceite de oliva el sabor sería  demasiado fuerte. Seguimos batiendo. Ahora echaremos  tres vasos de harina de maíz integral y un sobre de levadura de la marca Hacendado sin gluten. El que no tenga problemas con el gluten la puede cambiar por un sobre de levadura Royal. Batimos hasta que quede todo bien mezclado. Después volcamos la masa en un molde, previamente engrasado y ligeramente enharinado.  Para finalizar, pelamos una manzana Golden y la partimos en gajos que iremos colocando en hilera hundiéndolos ligeramente sobre la masa. Introducimos el molde  con esta masa en el horno precalentado a 180ºC.  Yo lo pongo en la segunda ranura del horno contando desde abajo. Lo dejamos unos 35 minutos mas o menos. Pasado este tiempo lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar antes de desmoldarlo.

 Para que la manzana quede brillante la barnizo con un almibar  que haremos  poniendo en un cazo la misma cantidad de agua y de azúcar y las pieles de la manzana. Lo ponemos a hervir hasta obtener un almíbar denso. Lo colamos y después con una brocha de cocina vamos pintando el bizcocho. Queda muy brillante y jugoso!!!  Recordad no abrir durante la cocción la puerta del horno para que no se hunda.

miércoles, 27 de abril de 2011

Recetas literarias: Sabores de Venecia

El fin de semana pasado, dando una vuelta por las librerías, encontré este libro de Donna Leon: El sabor de Venecia.
Para los que no la conozcáis os diré que es una escritora de novela policíaca nacida en New Jersey y residente desde hace más de treinta años en Venecia. Su personaje principal es el comisario de policía Guido Brunetti, desencantado de lo que ve por su trabajo, pero enamorado de la gastronomía. 
Os pongo la sinopsis para que os hagáis una idea y os animéis a echarle un vistazo.

El sabor de Venecia de Donna Leon, Roberta Pianaro:

La comida juega un papel muy importante en las novelas de Donna Leon. En este volumen Roberta Pianaro nos invita  a adentrarnos en la cocina de Brunetti para aprender cómo se preparan esas deliciosas recetas que Paola Brunetti cocina para su familia. Aquí están los secretos de la pasta favorita de los Brunetti (los penne rigate), el famoso pastel de manzana de Paola, la fórmula de la lasaña que cocina la madre de Brunetti, el plato favorito de Donna Leon (risotto de zucca) y los mejores y más apetitosos clásicos de la auténtica cocina italiana.

Todas las recetas italianas vienen acompañadas de textos inéditos de Donna Leon, en los que descubrimos la destreza culinaria de la autora, paseamos por los mercados de Venecia y conocemos los secretos de un pescador de la zona, entre muchas otras sorpresas que nos deparan estas páginas.
En la página web de Donna Leon  viene un enlace para leer el primer capítulo del libro. Lo pongo para que podáis leer la receta de los buñuelos y alguna más que no cuento para no privaros de la sorpresa. http://www.donnaleon.es/descargar/sabor_venecia.pdf



jueves, 14 de abril de 2011

Recetas literarias: Empanada de cerdo

Con esta receta creo que ya termino de transcribir todas las recetas que he encontrado hasta el momento, en los libros de Andrea Camilleri.
Esta receta la encontré en  Las alas de la esfinge concretamente en  página 156 de la edición de la imagen. En esta ocasión el autor, conocedor  de la expectación que despierta con cada nuevo libro la llegada de nuevas recetas, nos facilita la tarea y nos la ofrece tal cual la encontrariamos en  cualquier recetario de cocina.

"Hervir una coliflor en agua salada, sacarla poco cocida y trocearla. Echarla luego en una sartén donde se haya sofrito una cebollita cortada en tiritas. Aparte, freir un buen trozo de salchicha fresca, y en cuanto esté dorada, cortarla en rodajas de un centimetro como máximo, retirando la piel. Poner la coliflor y la salchicha con el aceite de la fritura, añadir unas cuantas patatas cortadas en finas rodajas transparentes, aceitunas negras troceadas, sal y especias. Mezclar bien los ingredientes. Con un poco de masa de pan fermentada, preparar un hojaldre en forma de disco y colocar en una tartera de borde alto, llenar con la mezcla de ingredientes, cubrir con otro disco de masa de pan y juntar bien los bordes. Untar la parte superior con manteca de cerdo e introducir la tartera en el horno muy caliente. Sacar en cuanto se dore- tardará una media hora-."

Recetas literarias: Pulpo a la Napolitana

Un mes con Montalbano es un libro de relatos, del género negro, De Andrea Camilleri.
En la novela negra mediterránea son casi  una constante las referencias gastronómicas que los lectores asiduos esperamos con impaciencia. En este caso no podía ser menos y efectivamente no me decepcionó.  En "Lo que contó Aulo Gelio" aparece esta receta del pulpo a la Napolitana que creo os apetecerá.
"...Montalbano se quitó el chaquetón y eligió la mesa que estaba más cerca de la estufa de leña. Pasados cinco minutos, en vista de que el hombre seguía encandilado con la película, el comisario se levantó, fue al aparador, cogió una cestita con pan y una botella de vino y volvió a su sitio. Pasaron diez minutos más y, finalmente, apareció en la pantalla “Fin de la primera parte”. Filippo se transformó de estatua en ser vivo. Se acercó a la mesa y preguntó:
- ¿Qué quiere comer?
- Me han dicho que hace muy bien el pulpo a la napolitana.
- Le dijeron bien.
- Desearía probarlo.
- ¿Quiere probarlo o comerlo?
- Comerlo. ¿Lo hace con aceitunas de Gaeta?
Las aceitunas negras de Gaeta son fundamentales en el pulpo a la napolitana.
Filippo lo miró indignado por la pregunta.
- Claro. Y también con alcaparras.
¡Ay! Ésa era una novedad que podía ser peligrosa: nunca había oído hablar de alcaparras en los pulpos a la napolitana.
- Alcaparritas de Pantelleria -precisó Filippo.
Las dudas de Montalbano se desvanecieron a medias: las alcaparras de Pantelleria, agrias y extraordinariamente sabrosas, quizás iban bien o, en el peor de los casos, no estropearían el guiso.
Antes de dirigirse a la cocina, Filippo miró al comisario a los ojos y éste recogió el guante del desafío. Estaba claro que entre los dos se había establecido un duelo. A quien no entienda de cocina, el hecho le puede parecer sorprendente: ¿qué se necesita para hacer un par de pulpos a la napolitana? Ajo, aceite, tomate, sal, pimienta, piñones, aceitunas negras de Gaeta, sultanitas, perejil y rodajitas de pan tostado: ésta es la combinación. Sí. ¿Y las proporciones? ¿Te ha de guiar el instinto para que a una cierta cantidad de sal le corresponda una dosis precisa de ajo?..."

miércoles, 13 de abril de 2011

Recetas literarias: Pappanozza


En la novela" La excursión a Tindari" de Andrea Camilleri, el comisario Montalbano, sentado en la galeria de su casa, nos deleita con otra de esas recetas que te hacen la boca agua. En este caso se trata de Pappanozza, un plato muy humilde cuyos ingredientes  y secretos nos revela el comisario. La receta es muy sencilla y os la pongo tal cual aparece en el libro.
 "... Un plato pobre: patatas y cebollas hervidas un buen rato, reducidas a puré con el tenedor y aliñadas con mucho aceite, vinagre fuerte, pimienta negra recién molida y sal. Se come utilizando un tenedor preferentemente de hojalata- tenia dos que guardaba celosamente-, quemandose uno la lengua y el paladar y, por consiguiente, soltando tacos a cada bocado..."
 Es una receta muy sencilla  que a mi me recuerda a las "Patatas Revolconas" típicas de Ávila, que hace mi madre sólo que allí se le añade pimentón.

Recetas literarias: Arancini


No sé si conoceréis a Andrea Camilleri. Es un escritor italiano de novela negra que creó el personaje literario del comisario Salvo Montalbano. Montalbano trabaja en la localidad de Vigata, en la provincia de Montelusa. El apellido del comisario es un homenaje al escritor español Manuel Vázquez Montalbán, creador del detective Pepe Carvalho, investigador también aficionado a la gastronomía y la literatura. En casi todas sus novelas intercala recetas de cocina siciliana. Esta la encontre leyendo La nochevieja de Montalbano casi al final del libro. Os la escribo tal cual " Adelina tardaba dos días enteros en prepararlos. Se sabía de memoria la receta. La víspera se preparaba un estofado de ternera y carne de cerdo a partes iguales que tiene que cocer a fuego muy lento durante horas y horas con cebolla, tomate, apio, perejil y albahaca. Al día siguiente, se prepara un arroz, el que llaman a la milanesa -pero sin azafrán , por favor!-, se vierte todo sobre una mesa, se mezcla con los huevos y se deja enfriar. Entre tanto, se hierven los guisantes, se hace una besamel, se cortan en trocitos unas lonchas de salchichón y se mezcla todo con la carne estofada y triturada a mano con la tajadera- nada de batidoras, por el amor de Dios!-. Al arroz se le añade el jugo de la carne. A continuación, se coge un poco, se coloca en la palma de la mano ahuecada, se le agrega una cucharada de la mezcla anterior y se cubre con un poco mas de arroz para formar una albóndiga. Cada albóndiga se pasa por harina y despues por clara de huevo y pan rallado. Luego, todos los arancini se echan en una sartén con aceite muy caliente y se frien hasta que adquieren un color de oro viejo. Se escurren sobre papel . Y, al final, loado sea el señor, se comen!"

martes, 12 de abril de 2011

Tarta de turrón



Esta tarta me la enseñó a hacer Héctor, hará más de diez años. Él la hace  de maravilla, pero yo cambié algunas proporciones para aligerarla un poco.

Ingredientes:
1 Paquete de sobaos pasiegos.
1 tableta de turrón del blando
1 litro de nata para montar.
4 cucharadas de azúcar
5 ó 6  láminas de cola de pescado o gelatina neutra.
1/2 vasito de whisky o Baileys.

Elaboración:
En un vaso con agua fría ablandamos las láminas de gelatina. Después  de comprobar que ya está blandas, retiramos un poco de agua y le añadimos  medio  vaso de whisky o baileys. Mezclamos bien, para que la gelatina quede completamente diluida, y añadimos la tableta de turrón ya desmigada. Yo no la desmigo mucho porque me gusta encontrar trocitos de turrón.  Montamos  la nata con las cuatro cucharadas de azúcar. La mezcla de gelatina y turrón, la ligamos cuidadosamente con la nata. Hacerlo lentamente para que no baje  demasiado la nata montada.
En la base de molde colocamos el bizcocho o los sobaos y lo emborrachamos con una mezcla de agua, un chorrito de whisky  y azúcar. Volcamos toda la mezcla sobre la base del bizcocho y dejamos en la nevera unas cuatro o cinco horas.
A mí me gusta decorarla con un poco de cacao y almendras picadas por encima.
Yo utilizo un molde desmontable para  que resulte más fácil desmoldarla.

sábado, 9 de abril de 2011

Establecimientos de venta de productos ecológicos

En este enlace se puede realizar la busqueda de establecimientos que venden carne y productos ecolócicos. La diferencia es impresionante en el sabor.El precio, al menos en el Alimerka, igual que el de la carne no ecológica. http://www.copaeastur.org/establecimientos.aspx yo ya llevo una temporada comprando alli y creo que merece la pena. En la sección de carniceria hay un apartado de carne de producción ecológica  señalizada.

miércoles, 6 de abril de 2011

Hamburguesas caseras sin gluten

Llevo casi tres meses sin comer nada con gluten y la verdad es que estoy encantada!. Nunca he sido muy de hamburguesas, pero por todos es sabido que "lo prohibido tira". Me puse manos a  la obra y me hice unas hamburguesas sin colorantes, sin conservantes, sin colesterol y sin gluten. De lujo.
Puse en la picadora: una pechuga de pollo, un trozo pequeño de cebolla, media cucharadita de harina de arroz- el que pueda tomar gluten que la ponga de trigo-, un huevo de codorniz -tiene dos tercios menos de colesterol que el de gallina y para las hamburguesas no se necesita más huevo -, sal y un poquito de pimienta.  Una vez  picado-no lleva ni un minuto-se hacen unas bolas que después se aplastan y ya tenemos  listas las hamburguesas.
 Para conservarlas corté cuadraditos de papel de horno. Los barnicé ligeramente con aceite, para que la carne no se  quede pegada en el papel, y coloque en el centro la hamburguesa. Los tapé con el otro cuadrado de papel y a la nevera.
Por la noche encendí la plancha y me hice una hamburguesa que no se la salta un torero!!!! Riquísimas.
Se pueden hacer con cualquier otra carne o pescado. Habrá que ir probando!

domingo, 3 de abril de 2011

Calamares en tinta al estilo de "Puri, la madre de Ana"

 
 
 


Puri, la madre de Ana, cocina los mejores calamares en su tinta que podáis comer nunca. La receta me la dió hace ya casi veinte años, una tarde que subimos a su casa  a buscar a Ana. Qué olor!  Yo no llevaba aún mas de un mes emancipada y estaba en la fase de pedir recetas a todo aquel que tuviera la "desgracia" de toparse en esos momentos conmigo. Qué suerte la mía !. No solo conseguí la receta, sino que además me dejó probarlos. Todo un descubrimiento. Gracias Puri. No sé si yo he variado la receta con el tiempo, o si  tú ya los cocinas de otra manera, pero a mi me recuerdan a los tuyos.

Ingredientes 4 raciones grandes:

1 kilo de calamares frescos.
1 cebolla grande.
1ó 2 dientes de ajo.
2 pimientos de piquillo.
Tomate frito casero.
Tinta de calamar.
Pimentón de la Vera.
Vino oloroso.
Aceite de oliva virgen extra.
Agua
Sal.

Elaboración:

Lavamos y troceamos los calamares en trozos medianos reservando la tinta. Yo he utilizado un kilo.  En una sartén con aceite de oliva sofreímos una cebolla grande  que habremos picado muy fino. Cuando veamos que  la cebolla ya va  quedando tierna le  añadimos un diente de ajo picado, dos pimientos de piquillo bien troceados y seguidamente los calamares. Lo dejamos cocinar unos minutos.  Después le añadimos unas cucharada de tomate frito - Este ingrediente creo que es cosa mia yo pongo tres cucharadas abundantes de tomate frito casero -. Le añadimos la tinta del calamar y un poquito de pimentón de la Vera, removemos.- Si vemos que queda  algo escaso de tinta le podemos añadir una bolsita de la que venden congelada.- Para ir terminando le añadiremos un buen chorro de vino blanco y un vaso de agua. Rectificamos de sal y  lo dejamos hervir hasta que los calamares estén tiernos. Viene a ser una hora aproximadamente. En este punto, si lo hemos cocinado bien a fuego lento, la salsa nos habrá quedado  fina y bien ligada sin necesidad de recurrir a pasarla por el chino.  Riquísimos acompañados de un arroz blanco o unas patatas fritas!!

viernes, 1 de abril de 2011

Alitas de pollo al estilo de mi abuela Dorotea


Las alitas de pollo que hacia mi abuela eran espectaculares. Aun mantengo el recuerdo del olor de este guiso y la imagen de la cazuela marrón esmaltada  en la que se cocían lentamente sus guisos. Mi abuela nuca daba recetas. Para ella el cocinar era algo natural. Así que si pretendías aprender tenias que tener mil ojos para no perder detalle de los pasos que daba y retener mentalmente todo lo que veías.
Asi es como yo la recuerdo:
 Salamos  y dejamos macerar con 2 dientes de ajo las alitas.  Dejadlas al menos un par de horas. En una sartén con aceite de oliva vamos friendo lentamente las alas vigilando  que queden doradas pero no chamuscadas. En un mortero machamos tres o cuatro dientes de ajo, un poco de perejil fresco y sal. Esta mezcla la freímos lentamente en el aceite en el que habíamos frito las alas. Cuando ha cogido un poco de color le añadimos media  cucharada de harina y dos hojitas de laurel. En mi caso harina de arroz. Removemos bien y le añadimos un buen chorro de vino blanco oloroso. Añadimos las alitas. Terminamos de cubrir con agua y dejamos guisar unos 20 minutos a fuego lento. Son fáciles de hacer, baratas y están riquísimas.