viernes, 1 de abril de 2011

Alitas de pollo al estilo de mi abuela Dorotea


Las alitas de pollo que hacia mi abuela eran espectaculares. Aun mantengo el recuerdo del olor de este guiso y la imagen de la cazuela marrón esmaltada  en la que se cocían lentamente sus guisos. Mi abuela nuca daba recetas. Para ella el cocinar era algo natural. Así que si pretendías aprender tenias que tener mil ojos para no perder detalle de los pasos que daba y retener mentalmente todo lo que veías.
Asi es como yo la recuerdo:
 Salamos  y dejamos macerar con 2 dientes de ajo las alitas.  Dejadlas al menos un par de horas. En una sartén con aceite de oliva vamos friendo lentamente las alas vigilando  que queden doradas pero no chamuscadas. En un mortero machamos tres o cuatro dientes de ajo, un poco de perejil fresco y sal. Esta mezcla la freímos lentamente en el aceite en el que habíamos frito las alas. Cuando ha cogido un poco de color le añadimos media  cucharada de harina y dos hojitas de laurel. En mi caso harina de arroz. Removemos bien y le añadimos un buen chorro de vino blanco oloroso. Añadimos las alitas. Terminamos de cubrir con agua y dejamos guisar unos 20 minutos a fuego lento. Son fáciles de hacer, baratas y están riquísimas.

3 comentarios:

  1. !!!Que ricas ! es verdad, eran únicas y también su pisto era único

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  2. Con el frio que he pasado hoy... una cazuelita de estas que bien me sentaría. Besotes.

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